Este trabajo esta diseñado como muestra de la memoria oral y la genealogía familiar; la historia como es contada, como la recuerdan y como se transmite por los recovecos de la mente humana como cambian o permanecen circunstancias, este documento no trata en ningún momento de recrear la verdad, es solo una mirada y un ejercicio.
Orígenes:
Mi nombre es Farid Alexander Naranjo Aguirre tengo 29 años nací y he residido en la ciudad de Medellín toda mi vida, gran parte de ella en la comuna nororiental en el barrio Campo Valdés, mi familia es una extraña combinación de factores, casualidades o sincronía como lo quieran llamar, mi madre Lady Aguirre Rendón nació en el municipio del Cairo, Valle del Cauca, debido a que mi abuelo Fernando Aguirre Aguirre, como la mayoría de los colombianos de ese tiempo, viajaba constantemente a aquellos lugares donde se podía emplear en su oficio como mayordomo de finca, conoció a mi abuela Margarita Rendón Gallego gracias a la actividad económica que desempeñaba su padre Luciano Rendón como comisionista en la venta de fincas, oficio que le exigía desplazarse por todo el territorio colombiano con su esposa Carmen Tulia Gallego y sus tres hijos: mi abuela, su hermana y hermano, oriundos del municipio de Pueblo Rico en el departamento de Antioquia, quienes después de muchos años se establecieron en Medellín, en una pequeña casa en el barrio Caribe, que le regalo el hermano de la bisabuela Carmen Tulia, el sacerdote Pompilio Gallego quien fuese Obispo de la iglesia católica en el municipio de Jericó.
El abuelo Fernando nació en el municipio de Cartago, Valle del Cauca; hijo de Carmen Rosa y Juan Esteban Aguirre, primos hermanos, y oriundos de Chaparral (Tolima); quien luego de tener nueve hijos, entre ellos mi madre, en su unión con Margarita Rendón y después de una situación económica precaria y muchos problemas maritales se separaron, mi abuela con sus hijos se estableció en el humilde hogar de sus padres en la capital antioqueña. Así la familia Rendón Aguirre llegó a Medellín, compuesta por mi abuela, mi madre, ocho hermanos y hermanas.
Mi padre se llama Martín Emilio Naranjo Pulgarín nació en el pueblo de Caramanta, Antioquia, hijo de Luis Naranjo Velásquez e Isaura Pulgarín Granada. El abuelo Luis fruto de la unión de Ángel María Naranjo y María Rosa Velásquez, el bisabuelo Ángel nació de la unión de Carmen López y Ángel Naranjo, todos nacidos y criados en Caramanta.
La abuela Isaura quien residía en la Vereda Sucre zona rural del municipio de Caramanta, hija del matrimonio entre Carmen Rosa Granada y Miguel Pulgarín,
Carmen producto de la unión de Felipe Granada y Ana Josefa Valencia vecinos del municipio antes mencionado, de igual forma, el bisabuelo Miguel fue fruto del matrimonio de Ángel María Pulgarín y Juana Mejía.
En años en que el abuelo Luis vivía en Caramanta, ya casado y padre de once hijos, se dedicaba al cultivo y trabajo de fincas, su padre Ángel María le entrego una buena parte de su propiedad para cultivo y vivienda, se establecieron por alrededor de un año, cuando llego el momento de recoger las cosechas, lo echó dejándolo en la calle con toda su familia, la historia se repetiría eventualmente.
Desplazados por la mano del abuelo, a quien recuerdan con desagrado, llegó a Medellín la familia Naranjo Pulgarín compuesta por Luis, Isaura y diez de sus hijos, en condiciones precarias, tomaron un terreno en invasión en el recién fundado barrio Santo Domingo Savio donde vivieron hasta que el abuelo Luis adquirió un terreno en el barrio Manrique y construyo una casona, en la que levanto a su familia.
Mis padres se conocieron cuando trabajaban como operarios en una empresa de trenzados llamada Cordehilos, se enamoraron y cinco años después se casaron. Mi padre es técnico en Mecánica de mantenimiento y técnico en electrónica del Sena, dejó sus estudios como ingeniero Mecánico en la Universidad Nacional por problemas económicos; mi madre dejó de trabajar cuando yo tenía dos años y se dedicó desde entonces a la noble y sacrificada labor de Ama de casa, fruto de esta unión nacieron cuatro hijos: tres mujeres y un hombre. Mis padres se mudaron a una humilde casa que mi padre construyó en una parte de la terraza de mi abuelo Luis, quien dieciocho años más tarde repetiría la historia, dejaría a su hijo en la calle y se quedaría con la casa que mi padre edificó con sus manos y el sudor de su frente.
Tengo tres hermanas dos adolescentes, Andrea de dieciséis y Vanesa de catorce años, ambas estudiantes de los colegios Católicos y para mujeres de Campo Valdés, están en décimo y octavo grado, respectivamente, llegaron a mi vida cuando era un adolescente. Mi otra hermana tiene 28 años es contadora de la universidad de Antioquia, una mujer seria y responsable.
Soy el mayor de la familia, estudié seis semestres de ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional y me retiré (al igual que mi padre) para trabajar y dedicarme al pregrado de Historia, mi verdadera pasión, en la Universidad de Antioquia. He trabajado como monitor de algoritmos, empacador, técnico de Sistemas, Asesor Comercial, Ejecutivo de Cuentas, incluso cuando tenía dieciséis manejaba un negocio de comida rápida en el municipio de Itagüí, a los veintiún años me fui de casa de mis padres y conviví con Sandra Pérez, comunicadora social de la Universidad de Antioquia, durante tres años de esta unión resultó el miembro más joven de la familia Naranjo Aguirre, mi hija Natalia Naranjo Pérez de siete años, estudiante de primaria del colegio Salesiano de Campo Valdés, cuando me separé de la madre de mi hija quedé con la custodia de la niña y volví con mis padres, quienes han sido fundamentales en la crianza de ésta.
Ahora llevo cinco semestres de Historia de los cuales solo he podido realizar este completo, el resto menos de medio tiempo por razones laborales, hoy feliz de ser estudiante de tiempo completo.
En resumen soy una extraña mezcla genética de antioqueños, vallunos y un poco sangre tolimense; en mi genealogía, hasta donde sé, hay López, Pulgarín, Mejía, Granada, Valencia y Naranjo, por el otro lado solo conozco Rendón Aguirre y Gallego, mis padres llevan treintaiún años juntos, cuatro hijos y una nieta, por mi parte ya puse mi grano de arena en la herencia genética de estas familias.
Por Alexander Naranjo
2010
