miércoles, 2 de marzo de 2011

Reseña Hechicería, brujería e inquisición en el Nuevo Reino de Granada. Un duelo de imaginarios Por: Farid Naranjo Aguirre


EL PROBLEMA:
Los imaginarios europeos, con milenios de construcción y configurados desde la Edad Media, trataron de ser trasplantados a América y el choque cultural o transculturización posibilitó los cambios de arquetipos traídos del viejo continente, se presentaron al integrarse con las creencias negras y aborígenes. Se configuró un fenómeno de sincretismo y una mutación de las figuras predominantes desde el Medioevo que reconfiguraron por completo las mentalidades, creencias y los medios de control, o como lo llama la autora arquetipos.
El principal problema que aborda este trabajo son las caracterizaciones de tales arquetipos importados por los españoles en medio de un choque intercultural, las concepciones que tenían los herederos de la Edad Media, sus definiciones e ideales, es decir sus imaginarios y mitos, para entender y lidiar con los diferentes fenómenos que se les presentaba a diario.
Aquel gran problema que es el encuentro con el otro, un otro diferente y peligroso, estas minorías que salen de la visión del hombre blanco: la mujer, el negro y los indios son seres misteriosos cargados de peligro. Estas caracterizaciones se trasplantaron a las demás culturas y se combinaron con sus propios ideales para convertirse, no sólo en medios de control sino, en las diferentes formas mágicas en que los oprimidos y conquistados mediaron con esta nueva realidad, creando sistemas de protección atribuidos a poderes sobrenaturales.
El poder eclesiástico y secular se encontraban vinculados por lazos muy estrechos y que hace difícil separar el uno del otro. Aunque ambos utilizan medios similares de opresión, la figura de la inquisición; algo sobreestimada como una de las más temibles instituciones en el mundo religioso; se instauró en América de una forma más sencilla, menos brutal y más orientada al servicio político, sus procesos al servicio de blancos y con un margen de cobertura muy limitado por las dificultades propias de la época.
La autora demuestra las diferencias entre los ideales o creencias europeos y aquello que llegó a América. Conceptualiza y jerarquiza los diferentes fenómenos de sus concepciones, los ubica dentro de diferentes contextos temporales y nos enseña como dichos conceptos son utilizados para caracterizar las diferentes jerarquías o como lo nombra la autora, el problema con las castas y sus diferencias sociales tan marcadas, nos muestra las grandes incompatibilidades entre los procesos que realiza la inquisición y el poder secular.
El proceso de aculturación como medio de control es uno de los puntos primordiales del libro, el estudio de los ideales y las representaciones del mundo en una época y en un momento crítico de confrontaciones y relaciones de poder, la dogmatización en la fe cristiana que se convierte en el mayor de medio de vigilancia.
La mayoría de las caracterizaciones del delito y las afrentas cometidas por el otro, estaban comprendidas entre los crímenes contra la fe, cualquier manifestación de diferencia y de conductas que fueran en contra de la sociedad colonial, que por sí misma
actúa como una masa unificada. Así el crimen no es sólo contra la Iglesia, lo era también contra la corona – que hace parte del poder de Dios en la tierra - y contra todos los demás componentes de la sociedad; es decir, la afrenta no era sólo contra las instituciones, es contra todas las personas que la componían, de manera que el castigo debía ser ejemplar y teatral para lograr un efecto sobre el resto de la población.
Aunque seguir los procesos, por ejemplo, de la Inquisición cualquiera que fuese el crimen, creaba epidemias y cacerías de brujas: los procesos se encontraban viciados por los preconceptos que sostenían quienes los dirigían, además de la representación de los ideales de los acusados. Uno de los procesos más interesantes es contra una india quien caracterizaba al demonio como un ser de rostro blanco y manos blancas y blanditas que la curaba. Se puede inferir que la representación del mal que le atribuían al demonio, ella lo transforma en uno de sus temores, el blanco de manos blanditas que nunca ha trabajado, la esclaviza y la maltrata.
La autora se interna en la diferencia de dichos imaginarios, define los conceptos que tienen los europeos del mal y todas sus representaciones dirigidas al otro, al diferente, que luego en este proceso de transculturización, ese “otro” creó sus propias concepciones y diseña su mundo particular para mediar con todo lo nuevo que se le presenta, de una forma violenta.
Para terminar esta parte podemos decir que el principal problema de investigación son los imaginarios, aquellas creaciones del hombre para lidiar y conceptualizar su realidad, y cómo aquellas conceptualizaciones y representaciones le sirven para realizar una construcción mental y material de su papel en el mundo y contrarrestar la fuerza más poderosa heredada de la Edad Media: el miedo y sus representaciones, el miedo a la muerte, al hambre, a la ruina, a la enfermedad, a la muerte y a la guerra. Los ideales europeos que llegaron a América estaban cargados de este factor y es el “otro” quien representa dichas caracterizaciones del mal, la enfermedad la causa ese ser diferente y lleno de conocimientos irreales que trasgreden la mentalidad del dominador, la muerte falta de una explicación racional y unos conocimientos médicos aún incipientes, configuran la explicación mágica y maligna, en el “otro” que es la representación y causa de todos los males al estar fuera del orden y del mundo como lo conocen.
La segunda parte del trabajo caracteriza las relaciones jerárquicas a través de estos imaginarios de representación del otro; no solo lo que el español visualizó, sino la idea según la cual los negros esclavos y los indios eran culpables innegables, dentro de una sociedad de control y dominio, donde los oprimidos deben ser dogmatizados e incluidos a través del poder de la Iglesia y la Corona. Cualquier señal de conocimiento o prácticas diferentes es señal de sublevación, sale del régimen y se convierte en un peligro constante para el orden establecido.
A falta de un registro o producción propia de los oprimidos la autora utiliza los archivos de los procesos que realizó la Inquisición para analizar y descomponer todas las representaciones de los indios y negros dentro de dichos documentos. A través de los registros y lo que se supone dicen los acusados, se puede reconstruir e inferir, no sólo las
divisiones jerárquicas, sino las relaciones internas entre las castas, los vínculos débiles de sangre, el miedo al amo, blanco dominador y dueño del poder.
Todas esas relaciones de poder y de control son de gran interés para la autora que nos muestra cómo todas estas prácticas, sobre todo la brujería, trascendía el nivel del imaginario y de la creación mental de cada uno de los implicados, es decir lo que pensaba el español, lo que alcanzaba a comprender el indio y lo que representaba el negro.
HIPÓTESIS:
 Son los imaginarios los que actúan en la transculturización para definir y estructurar el concepto y las relaciones que tiene uno y otro grupo, dentro de un proceso de conquista y dominación; es decir que la representación que cada cultura tiene del mundo la personifica en el otro. Así como los españoles caracterizaban el mal en ese ser diferente, el negro es brujo y lo es por naturaleza, conoce de artes mágicas y tiene pacto con el demonio; el mal negro, la bondad blanca. En el caso de los indios es diferente, la relación es más patriarcal, aunque no deja de ser una relación brutal y de dominación, el trato es diferente en los procesos gracias a que se tiene al indio como un ser ignorante y desconocedor de la fe, además dentro de la jerarquía social se supone que el indio está por encima del negro esclavo.
Así el imaginario es el que guía sus relaciones, y no solo estas interacciones, sino que es creador y evoluciona dentro de las mentes de los oprimidos, quienes generan sus propios modelos, luego de adicionar los que el español les imponen a los suyos, y crean su propio y nuevo ideal de las relaciones, estructuras y arquetipos de sus creencias, además del sincretismo que estimula la diversidad y el crecimiento social, añadiendo aspectos de una y otra cultura, las creencias africanas, las indias, el catolicismo y las prácticas paganas y judaizantes europeas enriquecen todo tipo de representaciones que se salen de la homogeneidad del catolicismo y lleno de aspectos que son condenados por el Santo Oficio.
 Las relaciones jerarquizadas de la colonia se sitúan en medio de un proceso de dominación y lo que plantea la autora es la gran diferencia de los juicios (mediante los ejemplos de archivo) y como se viciaba el manejo que se le daba a éstos. Cada proceso es diferente, pero todos parten de la consigna que el culpable lo es y no hay manera de cambiar dicho precepto, lo único que cambia es la categoría del crimen por el que se puede juzgar al acusado según su condición social y a partir de esto se plantea el castigo. Por ejemplo, los indios no pueden ser brujos y la inquisición no los puede juzgar por dicho crimen, esta caracterización está reservada para las mujeres y los negros y la severidad del castigo va de acuerdo a esta posición.
 Los mecanismos de control para la dominación y manejo del territorio son variados, pero es la fe y la dogmatización de las culturas subyugadas, lo más preponderante para el trabajo. La Inquisición juega un papel primordial en dicho aspecto, siendo un
ente de control que juzga y que siempre va a llegar a la “verdad” que busca, podemos decir que la Corona al dogmatizar a los infieles les trasfiere otro eje de control diferente a las armas, pero igualmente violento.
 El miedo es un factor de gran relevancia en la interpretación o visión que tenemos del otro, además el desconocimiento que tenemos del mundo, crea dichos imaginarios, los moldea y los duplica, además se reinterpretan a través de la mirada de la cultura dominada.
 La conceptualización que realiza de los fenómenos sociales, mentales y reales que describe dentro del texto hacen parte de las hipótesis descriptivas de dichos mitos o conceptos que tenían parte de verdad, especialmente el conocimiento de la naturaleza que tienen los aborígenes americanos sobre las hierbas como medios de curación o de causar el mal.
CONCLUSIONES:
 Las relaciones dominador-dominado dentro de un proceso de transculturación, está dotado de diferentes características, como las relaciones jerarquizadas, el imaginario y la visión del mundo que tiene cada grupo, el desconocimiento que tenían los unos de los otros, el miedo a lo desconocido y la adjudicación de cualidades maléficas y mágicas al otro que ve su relación con la naturaleza completamente diferente.
 El poder de la Inquisición fue el de controlar el territorio y controlar aquellos fenómenos que “atentan contra la fe” y que son de índole insubordinado, es decir que pueden afectar el orden establecido y así explica que lo tradujeran como un atentado contra la comunidad o la sociedad especialmente los blancos dominadores.
 Para el nuevo mundo además de las relaciones entre los individuos, la categorización y la conceptualización de los delitos y del conocimiento naciente nos muestra la gran influencia del periodo histórico anterior en las mentes de los dominadores. El Medievo tardío que hubo en España se traslada a través de la mentalidad del conquistador al conquistado, a través de la fe, la jerarquización social, el Santo Oficio, el miedo constante a ese ser diferente. Pero aquel poder de aculturación no fue muy efectivo y se quedó corto ante las culturas predominantes (cantidad) quienes eran reacios a este proceso.
 Todas las representaciones del miedo del hombre blanco se caracterizan en ese ser inquietante y diferente, primero es la mujer, la bruja, luego al llegar a América se amplía el espectro a los brujos negros y amarillos, dicha representación del mal pasa a ellos, y esas acciones nefastas, terribles y dañinas que habitan el mundo son su culpa; en palabras de la autora “es el deseo reprimido, el miedo y la culpa exteriorizada en la relación con el otro desconocido” (Ceballos, 1994.P101)
METODOLOGIA:
Podemos suponer que la autora realizó un estudio riguroso de los procesos que se involucran en el tema que abarca, es decir los procesos por brujería, hechicería, herbolaria, y magia, procesos del Santo Oficio, tanto en España como en América.
Además sabemos que realizó un trabajo de archivo enfocado en dos aspectos, los procesos judiciales y los procesos de la rama eclesiástica y el Santo Oficio, para acercarse y utilizar en su trabajo, lo que más se aproxima a la solución de su problema de investigación, utiliza en su mayoría aquellos casos que no sólo contienen el proceso, sino que permitieran inferir, analizar y sintetizar otros aspectos de la vida, es decir que brindaran rastros de las relaciones y de las estructuras sociales y familiares, además de la jerarquización y modelos de poder. Se acercó a los archivos eclesiásticos y de la inquisición donde podía observar procesos de fe y además la perspectiva y posición que asume el poder de la iglesia con los acusados, las causas y los veredictos de dichos procesos.
Para contextualizar el libro, utiliza diferentes herramientas en su mayoría fuentes secundarias, para establecer las teorías sobre las mentalidades e imaginarios, además para la interpretación de la inquisición en Europa, España y América. Dentro del desarrollo del texto se apoya en varias obras para realizar una conceptualización, por ejemplo, la magia, la brujería, la concepción del mundo; incluso el derecho que se desarrolla, así como la medicina y los asuntos religiosos y filosóficos de gran importancia en el desarrollo de la obra.
Algo muy interesante dentro del trabajo que le da un valor agregado es incorporar los procesos y el análisis constante de cada uno de ellos
FUENTES:
Las fuentes que utiliza son en su mayoría primarias, es decir los archivos o documentos históricos que son el eje vital de cualquier investigación de la época colonial, como el Archivo Nacional de Colombia, Archivo Histórico de Antioquia y Archivo Eclesiástico de Medellín; básicamente estos tres son la base del trabajo.
De fuentes secundarias podemos decir que utilizo toda clase de libros y autores reconocidos en la materia desde historiadores, hasta pensadores del siglo XIX y XX incluyendo literatura, además de artículos de revistas especializadas.
BIBLIOGRAFÍA.
Ceballos Gómez, Diana. Hechicería, brujería e inquisición en el Nuevo Reino de Granada. Un duelo de imaginarios. Editorial Universidad Nacional. Bogotá, 1994.
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